miércoles, 18 de agosto de 2021

RETO 30 DÍAS - DÍA 25

18 de agosto de 2021

Me alivia y me entristece estar llegando a la recta final de este viaje catártico y de descubrimiento personal. Reitero mi profunda gratitud por cada uno de los que ha tomado tiempo para leer, compartir y comentar este blog, su generosidad me ha dejado asombrado, gracias. ¿Están listos? Entremos en materia.

Pablo, escribió a la iglesia en Filipos exhortándolos a pensar lo bueno, lo justo, lo verdadero y de buen nombre en toda situación, quizás porque sabía que la tendencia del ser humano es pensar lo malo. Si nos delegan un trabajo, sentimos que nos explotan, pero si no nos tienen presentes rezongamos y hasta lloramos porque nos sentimos relegados u olvidados. Si sentimos un dolor desconocido en el cuerpo, lo primero que pensamos es que se trata de algún extraño tipo de cáncer. Si llegan los veintes tardíos y no ha llegado nadie con quien compartir el resto de nuestras vidas, suponemos que nos quedaremos vistiendo santos... y así con todas las situaciones de nuestro entorno. Somos expertos en pensar lo malo, lo injusto, lo falso y todo lo de mal nombre. Digo esto con conocimiento de causa, pero también porque lo vi muy tangible con una situación que mencionaré a continuación. 

No es necesario disculpar al inocente y nadie me ha pedido hacer esto, pero me impactó que ante la noticia de que nuestra iglesia volvería a la presencialidad y las medidas de cuidado que se tendrían por AMOR Y PREVENCIÓN, un mar de personas, cristianos en su mayoría por supuesto, vieron esta como una oportunidad de dejar que sus malos pensamientos tomaran control de sus palabras y que estas fueran usadas como flechas llenas de odio y antipatía contra un cuerpo directivo y una institución que siempre se ha caracterizado por buscar el bienestar espiritual, físico y emocional de sus miembros.

Esto me confirmó que pensar mal es tan natural como respirar para el ser humano, y así como lo más fácil no es siempre lo correcto, el malpensado no siempre está en lo cierto. Pensar mal desgasta, erosiona, amarga, aflige, atormenta, envejece, cierra nuestros puños y nos hace apretar los dientes; mientras que pensar bien nos libera y nos hace más como Jesús, quien caminando hacia la cruz, como dice el libro de Hebreos, pensó en nosotros... pero no en el expendiente de pecados o en el que se detalla nuestra podrida naturaleza, sino en lo que el Espíritu Santo le revelaba, una vez más: lo bueno, lo justo, lo verdadero, lo de buen nombre... de otro modo dudo mucho que nuestro Salvador decidiera abrazar esa astillada cruz con tanta vehemencia.

Si Jesús, quien conoce todo de nosotros -incluyendo esos rincones oscuros y malolientes de nuestra humanidad- piensa lo bueno y actúa en esa virtud ¿por qué no nosotros?.

Algo que admiro de una amiga de nuestra familia, es que sin importar dónde o con quién esté, piensa lo bueno de todo y de todos; y no sé de qué forma, se asombra de cualquier minucia con la inocencia de un niño que siente el mar bajo sus pies por primera vez. Oro que un día pueda ver la vida con esa admiración y pensar lo bueno de ella sin importar si estoy en un pequeño y humilde pueblo o en una gran urbe rodeado de lujos y opulencia.

Filipenses 4:8: hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello.

Henry, el malpensado en rehabilitación.

7 comentarios:

  1. Sin palabras!
    Como dices, los " cristianos" somos los primeros en salir a dar la opinión que daña, señala, critica, culpa...
    Cuánto nos falta!
    Dios te siga usando, saludos desde Panamá.

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  2. Gracias mil gracias por este pensamiento, yo también soy una malpensada en rehabilitación, ya que es una batalla diaría conmigo misma. Y puedo decir que admiro a mi esposo por que es igual que tu amiga, siempre piensa bien de todo y de todos. Que Dios te bendiga y nos siga dando la oportunidad de leerte. Bendiciones desde Madrid-España

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  3. Muchas gracias Henry, me uno a los malpensados en rehabilitación, soy madre de 3 hijos y es triste saber que cuando se tardan en llegar o no responden el móvil siempre pienso lo malo y lo peor. Le pido siempre a Dios me ayude a rehabilitar este hábito que como dices tú nos hace más daño que bien. Dios te bendiga.

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  4. WOwwww! Dios hablándome claro y conciso! ���� Gracias Hemry ��������

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  5. Así es, que pesar que las redes se utilicen para dañar, criticar y juzgar especialmente a aquellos que hacen todo con amor, aunque el que es mal intencionado realmente es el afectado. Gracias Henry por tu tiempo y dedicación.

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  6. Simplemente gracias, tus palabras quedan en mi 💓 y mi mente.

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  7. Henry, muchas gracias y totalmente fe acuerdo, pensamos primero mal y en muchas ocasiones asi nos quedamos y no exploramos mas allá y descubrir la grandeza del otro. Karina Rojas

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